Los revolucionarios avances en tecnología están cambiando industrias completas; más aún, cambia el mundo que habitamos. La transformación digital de las empresas se entiende -erróneamente- como la digitalización de los procesos habituales, mediante la instalación de artefactos tecnológicos y algoritmos; mientras tanto, en alguna parte, se está gestando un ataque disruptivo sobre nuestro negocio. La transformación digital consiste en un proceso de adaptación cultural para abordar el negocio ante un nuevo contexto, radicalmente diferente, más que en una implantación tecnológica. Implica deshabilitar paradigmas en obsolescencia y generar apertura rupturista, lo que aspiramos suceda en nuestras cabezas (mentalidades) y no en nuestros artefactos ni algoritmos. Tomar conciencia de esta situación, generar un relato coherente sobre la transformación digital/cultural en nuestra empresa y construir una base colaborativa para desplegar el abordaje son los principales desafíos que enfrentamos.
Muchas empresas aun actúan bajo el paradigma en obsolescencia propio de la revolución industrial: progreso lineal, éxito individual, logro y competencia, mientras la sociedad y la cultura evolucionan hacia formas de relación que promueven la colaboración, el vínculo y el desarrollo sostenible, habilitando las disrupciones de la economía compartida. Así, intentan explicar los actuales cambios a partir de la proliferación de tecnologías útiles a la digitalización de procesos industriales, proyectando el futuro desde una gran cantidad de datos (del pasado). Vivimos una revolución cognitiva, que no sólo tiene que ver con artefactos, procesos y datos, sino con el conocimiento y con la capacidad del ser humano de apoyarse en tecnologías -como la inteligencia artificial, la conectividad ubicua y la investigación biológica- para crear nuevos espacios de desarrollo social y de negocios. El mayor desafío consiste en adaptar nuestra forma de pensar para aprovechar virtuosamente las tecnologías, promoviendo nuevos espacios empresariales. En la zona de transición entre la era industrial y la era cognitiva surgen las disrupciones que aceleran el cambio, generando perdedores: empresas que siguen impulsando modelos de negocios arcaicos que les hacen perder valor.
La presentación expone las eras tecnológicas de la humanidad y sus transiciones, dando contexto situacional al momento que vivimos; recomienda formas de abordaje de segunda curva de desarrollo empresarial a través de nuevos modelos de negocios digitales; explica el cambio de la estructura de la demanda desde un sistema push (la oferta empuja a la demanda) a un sistema pull (la demanda "tira" de la oferta); y, finalmente, introduce las variable culturales en que se sustentan y retroalimenta el cambio y la transformación digital.